Comienza el año, se acaban las fiestas y con ello volvemos a la rutina, ahora además con un montón de nuevos propósitos por cumplir, propósitos que, admitámoslo, no siempre son realistas.
El ritmo de trabajo, las exigencias de nuestra vida cotidiana y todas las tensiones que acumulamos en nuestro día a día pueden convertirse en estrés, una enfermedad que, a medio plazo, puede dejar huella en nuestro organismo.
¡Estate atent@ y no dejes que el estrés te juegue una mala pasada!, estar preparado para aliviar tensiones en cuanto éstas se produzcan te ayudará a limitar los efectos que el estrés puede ocasionar en tu cuerpo (contracturas musculares, pérdida del apetito sexual, desequilibrios menstruales, insomnio…).
¿Qué necesitas para crear tu propio botiquín anti-estrés?
La idea es sencilla, en realidad solo tienes que dedicarle veinte minutos.
Para empezar, elige un cuaderno que te guste, con el que te sientas cómodo. Será tu compañero de viaje en momentos complicados, ¡así que elige bien!
¿Te gusta pintar? Puedes convertir este momento en algo tuyo, único: pon una música que te guste y te ayude a concentrarte, recupera tu estuche de colores y rotuladores y prepárate a decorar tu bloc de notas.
¿Estás a punto? Ahora es el momento de darle unas cuantas vueltas a la cabeza, pregúntate qué cosas te relaja hacer. Por ejemplo, puede que te guste escuchar música relajante con una luz tenue y un poco de incienso, o ir al gimnasio, o hacer una clase de yoga, acudir a tu masajista, pintar, escribir, correr… Sea lo que sea lo que se te pase por la cabeza, ¡apúntalo! Hazlo tan bonito como te apetezca, el hecho de que solo abrir la libreta ya te transmita paz jugará en tu favor.
Recréate en esas sensaciones que te producen las cosas de la lista, ya tienes tu botiquín anti-estrés.
A partir de ahora, lo único que necesitarás cuando te encuentres con situaciones tensas es tu bloc de notas y, ¡a elegir una de tus actividades relajantes!
Procura incluir todo tipo de acciones: desde las más sencillas (como por ejemplo escuchar música) hasta las más complejas (irme a una cabaña en la montaña, por ejemplo). Después decidirás cuál es la acción más adecuada para la situación concreta.
Ármate para tu salud, ¡cuenta con tu propio botiquín para el estrés!