Según la Medicina Tradicional China el Hígado es el órgano que regula el almacenamiento y la distribución de Sangre en nuestro organismo. Debido a esta función, el estado de nuestro hígado influye de manera clave en nuestros ciclos menstruales y en nuestra menstruación.
Muchos problemas ginecológicos son debidos a un estancamiento energético o déficit de sangre del Hígado.
Si la Sangre de Hígado es insuficiente puede haber ausencia de menstruación o reglas excesivamente escasas combinada con otros síntomas de insuficiencia de sangre: cabello seco o desnutrido, tez mate, nerviosismo, insomnio…En cambio, si existe un exceso o calor en la sangre de hígado los síntomas pueden ser reglas muy abundantes o hemorragias fuera del ciclo (metrorragias).
Para nutrir la Sangre de Hígado es importante incorporar en nuestra alimentación hojas verdes ricas en clorofila que ayuda a la formación de hemoglobina: espinacas, acelgas, col kale…, así como alimentos rojos o anaranjados que también tonifican la sangre: remolacha, col lombarda, zanahorías, judías rojas, azukis, dátiles, pasas, moras…
Si el desequilibrio se encuentra en el flujo energético del Hígado los síntomas suelen ser tensión mamaria premenstrual, menstruaciones dolorosas, coágulos en el sangrado o ciclos irregulares. A nivel emocional el estancamiento del Qi de Hígado, se expresa en irritabilidad, enfado constante, cambios de humor…
El hígado está directamente influido por nuestro estado emocional y el estrés. A través de esta relación podemos entender la recíproca influencia entre nuestro equilibrio emocional y nuestra salud hormonal.
El sabor ácido estimula el normal flujo energético del hígado y la vesícula biliar, así que por ejemplo empezar el día con un vaso de agua templada con zumo de limón le puede dar un pequeño respiro a nuestro hígado.
Las indicaciones dietéticas, sin embargo, son muchas veces insuficientes sino atendemos nuestro estado emocional.
Para mejorar la libre circulación de la energía del hígado es necesario poder expresar nuestras emociones y sentimientos en nuestro entorno más cercano. La libre expresión de nuestro ser es una de las necesidades emocionales del hígado.
También es muy recomendable salir más al aire libre, practicar ejercicio físico, así como entablar relaciones sociales satisfactorias.
Observemos nuestras emociones; démonos espacio para ser auténticas con nosotras mismas y poder expresarnos y expresar nuestras necesidades en nuestro entorno directo.
Sin duda, un cambio en nuestra actitud puede ayudarnos a mejorar el estado de nuestro hígado y por ende de nuestra salud hormonal.
Cecilia Martín Muñoz (Naturopatía– Medicina Tradicional China)