El Ajo

El Ajo

El ajo es una de las plantas más estudiadas, con miles de publicaciones científicas sobre él. Sus múltiples propiedades medicinales lo convierten en un auténtico alimento-medicina.

Es antiséptico, descongestionante y antioxidante. El humilde ajo es uno de los remedios más antiguos para combatir infecciones.

Su energía es expansiva por lo que resulta muy aconsejable para los estados febriles ya que hace sudar.

Propiedades del ajo

Contiene compuestos azufrados únicos, como la alicina, de gran acción antibiótica. Este compuesto se desprende al machacar o masticar el ajo fresco, por eso la mejor manera de consumir el ajo es crudo.

Si queremos cocinarlo, es mejor machacarlo bien media hora antes,  así permitimos que se formen las sustancias beneficiosas y estas sí que son resistentes al calor.

La alicina le da al ajo su olor y sabor característicos. Después de circular a través del riego sanguíneo, este componente es descargado a través de los pulmones, heces, piel y sistema urinario, ejerciendo una acción desinfectante.

Beneficios del ajo

1- Sistema Circulatorio

Se considera protector cardiovascular. Inhibe la síntesis de colesterol LDL (el malo) y triglicéridos.  Además mejora la coagulación sanguínea y aumenta la elasticidad de las arterias. También ayuda a regular la hipertensión.

2- Sistema Respiratorio Sano

Por su acción bactericida ayuda a combatir infecciones respiratorias como gripes y resfriados. También dilata los bronquios, fluidifica las mucosas y estimula el sistema inmunitario.

3- Sistema Digestivo

Favorece la digestión estimulando la secreción de jugos gástricos. Contiene prebióticos que alimentan la microbiota intestinal beneficiosa,  relacionada con el sistema inmunológico y con una buena salud general. También se aconseja para combatir infecciones intestinales.

Vistas las extraordinarias propiedades del ajo, aquí os dejo una sencilla preparación para combatir los resfriados y gripes:

Remedio para tos, resfriados y dolores de garganta:

Trocear varios dientes de ajo y recubrirlos con miel o endulzante natural (sirope de agave, arce, melaza de cereales…), dejarlos macerar durante dos o tres horas. Tomar el jugo que se va desprendiendo durante el día.

Buen inicio del frío!!!